En el antiguo Perú existieron tres grupos de animales considerados sagrados y poderosos, pues sus atributos y habilidades los vinculaban a las fuerzas que hacían posible la regeneración constante de la vida. La comprensión de los ciclos naturales llevó al mundo andino a creer en la existencia de dos mundos. El mundo de arriba, exterior y visible, habitado por los dioses, de donde viene la luz del sol y la lluvia, estaba asociado a las aves, que con su vuelo podían conectarse a él. Por otro lado, el mundo de abajo, interior e invisible, donde germina la vida y habitan los muertos, estaba relacionado con las serpientes. Su movimiento, que recuerda el fluir del agua, las conectaba a este mundo húmedo. La unión de estas fuerzas opuestas y complementarias hacen posible la existencia en un espacio de encuentro: el mundo terrenal. Este estaba representado por los felinos, seres poderosos que simbolizan la fuerza, el poder y la transformación cíclica necesaria para la vida. Aquí encontrarás una selección de representaciones de estos tres seres sagrados del mundo andino.