El arte del antiguo Perú posee una enorme diversidad de representaciones de cabezas y rostros. Cabezas clavas, huacos retratos, cabezas trofeo, cabezas de animales sagrados, entre otras. La cabeza es la parte del cuerpo humano donde se concentra la vitalidad, los sentidos y el poder espiritual y era considerada sagrada por los antiguos peruanos. A través de ella experimentamos el mundo, conectándonos con la luz, los sonidos, los sabores y los olores. También nos otorga identidad y un sentido de trascendencia. En el mundo andino, la cabeza era considerada el asiento del alma y se creía que pertenecía a los dioses. Por eso es frecuente la representación de cabezas de seres mitológicos, cabezas trofeo o dioses decapitadores que toman cabezas, y, en retribución, entregan lo necesario para asegurar la continuidad de la vida: el agua y la luz del sol.